El Día Internacional del Patrimonio Audiovisual, que se celebra anualmente el 27 de octubre, sirve de recordatorio mundial de la importancia de preservar los registros sonoros y visuales que recogen nuestro patrimonio cultural, social e histórico colectivo. Desde películas y emisiones de radio hasta grabaciones sonoras y programas de televisión, estos materiales documentan la evolución de la humanidad y ofrecen una visión insustituible de las sociedades, los acontecimientos y las culturas del pasado.

Designado por la UNESCO, este día sensibiliza sobre la fragilidad de estos registros, muchos de los cuales se están deteriorando o corren el riesgo de perderse debido a la negligencia, las malas condiciones de almacenamiento o la tecnología anticuada. Los materiales audiovisuales son especialmente vulnerables, ya que se degradan más rápidamente que los documentos escritos tradicionales. Sin una labor adecuada de conservación y digitalización, las generaciones futuras pueden perder el acceso a partes cruciales de su historia.

Este año, el proyecto EPSULA rinde homenaje al Día Internacional del Patrimonio Audiovisual contribuyendo a las colecciones de grabaciones que documentan la vida cotidiana y el rico legado cultural de las comunidades indígenas. Con su trabajo, EPSULA no sólo ayuda a preservar estos valiosos testimonios, sino que también garantiza que las voces, tradiciones y costumbres de los pueblos indígenas sean recordadas y compartidas con las generaciones futuras. Estas grabaciones captan el corazón de la diversidad cultural, ofreciendo una visión de las tradiciones orales, las ceremonias y las prácticas únicas de las comunidades que a menudo se pasan por alto en los medios de comunicación convencionales.

El Día Mundial del Patrimonio Audiovisual es una oportunidad para reflexionar sobre el poder de estas grabaciones. Por ello, EPSULA quiere sumarse a iniciativas que contribuyan a su preservación para que puedan seguir educando e inspirando en los años venideros.